El post-apocalipsis se vive en las alturas
I Am Alive es un juego post-apocalíptico que te sitúa en la ciudad de Haventon, una urbe desangelada, destrozada, llena de los recuerdos de lo que un día fue un sitio próspero. Con claras referencias a ‘The Road’, libro de Cormack McCarthy, de lo que aquí se trata es de sobrevivir, pero una geografía destrozada y unos supervivientes que solo buscan problemas no te pondrás las cosas sencillas.
La única manera de estar seguro en I Am Alive es subirse a sitios elevados, ya que allí suelen haber pocos enemigos y muchas veces sirven de acceso a caminos cortados. Por eso gran parte de la jugabilidad de I Am Alive consiste en escalar. El problema es que nuestro héroe es un tipo normal, así que sus habilidades son limitadas. Tu mayor preocupación pasa por calcular el tiempo que puedes escalar y cuándo debes buscar un sitio para descansar, pues se te acaba la resistencia.
El miedo a caer te mantendrá en tensión durante todo acceso a sitios elevados, pero el juego está diseñado de tal forma que no te faltarán elementos para evitar precipitarte al abismo. Así, antes de cada sección grande de escalada es habitual encontrar un punto de anclaje móvil que podrás colocar dónde te convenga o hallar algún alimento que te hará recuperar energía.
La medición al milímetro lo que tienes que hacer y la gestión al máximo tus recursos también están presentes en el (escaso) combate. I Am Alive no busca ser un juego de acción al uso, no te vas a liar a tiros o a puñetazos, sino que hay pocos enfrentamientos pero muy tensos. El problema de la mecánica del juego es que, con pequeñas variantes, se repite una y otra vez.
Aunque Ubisoft nos prometió libertad me da la sensación que únicamente hay una manera de hacer las cosas: matar o matar. Y es que, aunque tienes una barra de vida, si te pegan un solo tiro la mayoría de las veces ya estarás muerto. Es bueno este realismo, pero también limita mucho la libertad.
Respecto a su complejidad, aunque I Am Alive no es difícil y sólo hay una forma de hacer las cosas, la cuestión se complica porque continuamente hay que gestionar bien tus recursos, tanto en escalada como en combate. En ambos casos simplemente debes dar con la estrategia idónea y seguir avanzado: continua aplicación del método de ensayo y error.
He hablado de jugabilidad, pero no puedo olvidarme de historia. I Am Alive no sólo es tenso en mecánica, sino que cuenta con una trama intrigante y con ciertas dosis de drama, todo ello bien hilvanado gracias a curiosas secuencias de vídeo.
La calidad dramática de estas escenas y del juego en general se apoya con un más que correcto doblaje al inglés con subtítulos en castellano y una banda sonora que se adapta bien a las situaciones.
Resumiendo, si en algo flojea I Am Alive es en que no da pie a hacer las cosas de diferentes maneras y en una linealidad que se podría haber evitado, y más teniendo en cuenta que jugamos con el tema de ayudar a supervivientes. Además, las opciones en combate son muy reducidas. Pero a pesar de estos fallos I Am Alive es un título digno y agradable de jugar.
